MI BLOG

La vacuicidad llena el espacio entre un pensamiento y un deseo sólo el ego se viste de monje para cantar alabanzas al Dios del amor la calma acompaña mi senda.

Lentamente dejaría que mi piel se fundiese en la fragua ardiente de tus besos, mi sonrisa se vestirá de abedul para atrapar entre sus ramas  el dulce canto de un “Te Amo”.

Caminar a tu lado es como sentir la brisa del océano en mi piel todos mis sentidos se abren a la locura de tu amor y es cuando de verdad entiendo la muerte.

La mañana esa eterna enamorada de tus besos sabedora de la emoción que tu recuerdo provoca en la tenue silueta que dibuja el pintor de colores, el mismo que se deja seducir por tu boca.

La oscuridad de la noche esconde mis dedos, las manos lo buscan para bailar la danza sensual de la pelvis, sólo un gemido rompe el silencio.

Mira la sombra del árbol de la felicidad  que acaricia la estela de dos almas que se reconocen solo con mirarse, amada rama que desliza sus hojas por mi cuerpo y el tuyo.

La tarde se adornó de tul, la noche se vistió de gasa, los sueños de esperanza, las ansias de calma, la pasión se fue en busca de la locura y yo, esperé tu regreso.